jueves, 2 de agosto de 2012

Amor de un Dios

El mar se enamoró desde que la vio: una embarcación tan noble y clara, el mar le suspira en calma, ella surca en un sí y un no, la tormenta desata, danza en inmensas olas, el deseo llueve, crujen de noche sus mástiles, la desnuda de velas, la playa recibe a su hija sonriente y exhausta…