Ayer Fidel llamó indignos a Lage y a Pérez Roque, las dos únicas esperanzas de continuidad flexible o inteligente que teníamos los de la nueva generación. “Siempre surgen nuevos Camilos en el pueblo” – decía él :-) pero ya pasaron 50 años y no aparece su reemplazo. Quizás pronto tengamos un presidente de pocas palabras y pocas declaraciones en cámara, un gobierno descentralizado que no dependa de ningún protagonista al cual haya que proteger de 30 atentados al año.
Quizás empecemos a disfrutar de una tranquilidad aburrida y entreguemos la antorcha radical a los nuevos héroes del Sur, y suspiremos nostálgicos admirando el nuevo epicentro Venezolano :-)
