Hoy compré ropa reciclada, la vendieron en un salón de mi empresa, dejaron el aire acondicionado puesto, y había tantas piezas que en un momento me dejé caer sobre una montaña de pantalones claros :-) Todos mis compañeros escogíamos en círculo alrededor de la mesa, las burlas abundaban, estornudábamos y reíamos. A veces un huequito en alguna tela preciosa nos arrancaba un suspiro, pero seguíamos en competencia por algún tesoro escondido, algo de marca, algo bien estrujado pero nuevo y bonito :-)
Todo tiene algo gracioso para el cubano :-) Esas mudas de ropa que vinieron en barco desde otro mundo, una limosna digna desinfectada de antemano, camisas nuevas junto a jeans ripiados... – “Me llevo ese jersey. Es de mujer pero me sirve de capa”
- Vendido! :-)
